viernes, 16 de marzo de 2012

LA CARRETERÍA EN LOS PREGONES


La Hermandad de la Carretería con sus nazarenos azules. Azul brillante de terciopelos azules. Dolor azul y elegante. El azul más oculto de los cielos. El azul del Mayor Dolor, en la noche cansada del Viernes, volverá por el Prado de la Plata y reflejará sus sombras penitenciales en la Iglesia de la Santa Caridad que Mañara levantara con su corazón de fuego arrepentido, dejando una lección de humanidad al mundo y de humildad, de caridad y santidad. Lección de amor y vida para el rico y para el pobre. Porque el hombre conoce los caminos de la salvación pero no los recorre por egoísmo, porque le asusta el sacrificio mínimo, porque quiere comodidades, a veces a costa del prójimo, quiere placeres a costa de los demás sin pensar en la tranquilidad ciudadana y en que somos hermanos. La lección que dio Mañara por amor a Dios, está olvidada y recogida junto a la muerte que inmortaliza Valdés Leal. Son los gusanos de "Las Postrimerías" la lección más cruda e infinita del hombre, que el arte dejó, pero que el mundo olvida, en parte por el consumismo social, y en parte por falta del mantenimiento del espíritu, alma, conciencia y sentir. Le falta al mundo esa lección de vida y muerte, resurrección y alegría, salud del alma, que nos da, como lección teológica y popular el paso de Cristo de la Carretería, con ese simbolismo de las Tres Necesidades.
Qué divinamente muerto va
abriendo un surco luminoso
en el clamor de lo último.
Una brisa de sangre en movimiento
nace de su corazón poderoso.
Sus brazos y su Cruz
es menos que un bosque silencioso
de su sangriento martirio tenebroso
entre dos cruces.
Pero eres Dios
y en ese contraste fuerte
de lo humano y poderoso,
es Salud su vida y muerte,
es Salud su muerte y vida,
es Salud su sangre inerte.
Salud va abriendo en la herida
un horizonte de suerte.
Qué divinamente muerto va
con tantas evangélicas gentes
y qué tranquila esa muerte.
Su muerte vida y Salud.
Su muerte Salud y vida.
Su muerte camino y luz.
Así comprendo que sea
su muerte vida y amor.
Por eso es Salud su muerte,
porque es la muerte la suerte
que trae la salvación.
Salud de su luz en cruz.
Sevillana teología...
Sólo así se muere un Dios.
Dios de la Carretería.


Pregón del Arenal 1996
Pronunciado por D. Manuel Lozano Hernández
en la Iglesia de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla
el 15 de Marzo de 1.996

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