Buenas noches señor...
Buenas noches Castro...
¿Que miras con tanto anhelo maestro?
Hoy es su desarmá señor, lo bajamos del paso tonelero para que repose en su
capilla...no se preocupe, lo tratamos con mucho cariño para que no sufra más
dolor, estas en buenas manos, y mejores corazones.
¿Has visto que tres preciosidades...?
¿No es para estar orgulloso señor...?
¿Has visto con que amor te miran...?
-...Igual que me mirabas tu, les has enseñado a respetar, admirar y dar amor al
prójimo, y en sus ojos se reflejan con mayor expresión...siéntete orgulloso.
-No puedes negar que están muy guapas señor, ¿ves que mujer tan valiente, tan
constante y tan buena madre?!! Que suerte tuve de que fuera el bastón
donde apoyarme, mi compañera, mi confidente, el lucero de mi alma...el amor de
mi vida y me dio mis dos pilares: la alegría, la valentía, la casta, el corazón
y el buen hacer de estas hijas mías, que suerte la mía señor...
¡¿puedo hacerte una pregunta maestro?!, si, ¿dime señor?.
¿Peso mucho para vosotros?
...No, no, usted no pesa nada señor..., pesa el odio, pesa el dolor, pesa el
rencor, pesa la enfermedad, la desolación, el hambre...pero...la fé, el
respeto, la lealtad, y sobre todo la devoción, eso no pesan señor...es un
orgullo y un privilegio poder ser sus pies y sus manos bajo una trabajadera.
¿Alguna vez nos has contemplado en calle Rodo, señor?
Bien sabes que yo lo veo todo maestro...
Es verdad señor, llevo pocos días a su lado y todavía no estoy adaptado a ver
tras este gran balcón...
Acérquese que le cuento...
...De vuelta a casa reposamos los pasos, elevamos la finura, y desbordamos la
elegancia...como si flotaras en el tiempo y no corriera el reloj...entramos en
nuestro barrio el de el señor de la Salud... ¡se agolpan los hermanos, los
amigos carreteros, las familias herederas de los hombres toneleros, se agolpa
la ilusión, de esos niños cofrades, disfrutan de esta pasión, como mis niñas
preciosas..., a la espera de verle a usted, Señor...!
Debajo de sus pies el corazón palpita mas rápido, los sentimientos afloran, los
ojos se iluminan, los recuerdos reaparecen para sentir con amor, para pensar en
lo afortunado de ser sus pies y sus manos, señor...suenan sones cigarreros,
-"Ave María", escucho yo...nos elevan al cielo, no andamos por Rodo, estamos
caminando en las nubes, el silencio se apodera y se repente se escucha...¡¡VA
POR CASTRO, AL CIELO CON LA CARRETERÍA!!........
¿si yo siento el peso señor?, ¿esto debajo con ellos?
Tranquilo, que siempre estarás debajo maestro, en cada chicotá, en cada revirá,
en cada suspiro que suelte un costalero, en cada niño que reparte
caramelos, en cada nazareno que luzca su túnica de terciopelo, siempre serás un
TORERO CARRETERO, maestro...
Muchas Gracias señor!!!
No me des las gracias a mí, es tu gran labor, tu buena siembra plantada, tu
humildad humana, tus fuerzas y tus ganas...recoges lo que sembrabas...
¿te has quedado callado, estas bien Castro?
Si señor, estoy contemplando como en cada levantá te elevamos al cielo...
...No estés triste maestro ya son tres mas en la cuadrilla y que casta mas
fina, que poderío...
¡¡¡POR CADA LEVANTÁ AL CIELO VAN TUS GENES CARRETEROS...!!!
D.E.P. BUENA GENTE!!!
Emilio Rocha Hoyos
Sexta trabajadera. Cuadrilla chica.
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